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El acontecimiento de la inversión dialéctica

Berta M. Pérez

subject

DialecticInversion (linguistics)NegationPhilosophyIdentity (philosophy)media_common.quotation_subjectInterpretation (philosophy)Subject (philosophy)IdeologySubversionEpistemologymedia_common

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La metafísica de Žižek es hegeliana, por encima de todo, porque entiende la inversión dialéctica como el núcleo real de la realidad. Por ello, para comprender su pensamiento es necesario aclarar su manera de entender esta inversión, esto es, el encuentro que, según Hegel, tiene lugar entre “sustancia” y “sujeto” y, en general, entre los extremos de las oposiciones que estructuran la realidad. Para Žižek lo propio de la posición hegeliana es localizar este encuentro en la falta de coincidencia de cada opuesto consigo mismo. La íntima inconsistencia de cada posición o identidad, su propia negatividad, constituye lo más originario de ellas y, a la vez, lo que las vincula a su otro en la forma del conflicto. Pero la negatividad es originariamente autorreflexiva, es decir, se niega y encubre a sí misma en cada posición, identidad o conflicto determinado, de modo que éstos se revelan inevitablemente “ideológicos”. Este ensayo trata de mostrar en qué sentido esta interpretación ilumina la inversión dialéctica como acontecimiento. Se explica en primer lugar que, así pensada, esta inversión exige la subversión del tiempo (lineal) o, más concretamente, la comprensión de la verdad del tiempo como la subversión de sí mismo. En la medida en que, en la inversión, sustancia y sujeto sólo coinciden con su otro en su más interno desajuste, se pone al descubierto que ambos se preceden mutuamente: que la sustancia ya siempre se mira a través del sujeto que, por tanto, la precede, pero que, en la misma medida, la mirada del sujeto está siempre limitada por un punto ciego que testimonia que, paradójicamente, la sustancia precede también a esa mirada. Es por esto por lo que en el (des-)encuentro dialéctico de los opuestos el “antes” y el “después” del tiempo se va a pique y lo nuevo puede emerger verdaderamente. En segundo lugar, el trabajo explica la especificidad de la subversión que lleva a cabo el punto de vista dialéctico: al retrotraer la identidad de las posiciones al acontecimiento, las desenmascara en su carácter ideológico a la vez que las comprende a partir del necesario encubrirse de la negación. Se confirma así que el pensamiento dialéctico sólo supera una posición, y el conflicto que le corresponde, en la medida en que afirma el conflicto como lo originario, y que, lejos de pretender situarse en un terrero exterior al antagonismo y la ideología, se sabe siempre como parte comprometida.

https://doi.org/10.5209/rpub.71088