Editorial
Dejando atrás ya las dos primeras décadas del siglo XXI, las grandes instituciones transmiten la constante sensación de hallarse inmersas en crisis que cuestionan tanto su legitimidad actual como su supervivencia futura. Los sistemas políticos democráticos, anclados en la representación parlamentaria a través de partidos políticos elegidos en comicios periódicos abiertos al conjunto de la ciudadanía, no son ajenos a esta característica, como tampoco son capaces de escapar de ella los sistemas de medios de comunicación. La reunión científica “Democracias frágiles: polarización, populismo y desinformación en un contexto mediático híbrido”, celebrada en un escenario que uní…